Por Fernando Polanco.
La novena jornada ha destacado por homenajear al grandérrimo Frank Langella, Conde Drácula en la versión de 1979. Aquí un interesante encuentro que tuvimos con él:
JUPITER´S MOON
Después de aquél maravilloso ladrido llamado White God, Kornél Mundruczó nos trae uno de los títulos capitales de esta edición.
El director húngaro ha labrado una historia de ciencia ficción con la realidad como plató de fondo. Un thriller fantástico que pivota alrededor de tres grandes personajes y una realización con varios planos secuencia cuya puesta en escena desencaja la mandíbula a cualquiera (las comparaciones con “Hijos de los hombres” son inevitables).
Una película con mayúsculas de la que poca cosa negativa puedo comentar más allá de su falta de progresión narrativa (problema bien maquillado técnicamente). Mención aparte a las mil y una lecturas que puede tener la historia. Sin entrar en detalles para no desvelar nada importante, se toca con crudeza el tema de los refugiados en Europa y su “Éxodo”, dándole tufillo bíblico al tema y situando sin concesiones a su protagonista en el rol del mesías más famoso de todos los tiempos (brazos en cruz al volar, estigmas, se habla de la navidad, etc).
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En definitiva, un título imprescindible dentro de la ciencia ficción política bien hecha. Aquí la rueda de prensa con su director:
HAPPY DEATH DAY
El director de la mejor secuela de Paranormal Activity (Los señalados) ha conseguido arrancar aplausos y carcajadas con un título hecho para el goce del público.
Happy Death Day es como un fidget spinner: funciona de forma simple y mecánica pero también es adictiva y entretenida. En Twitter hay conseso para definirla como una mezcla de Chicas Malas, Scream y Atrapado en el tiempo (película a la que uno de los personajes hace mención).
Mirada con lupa, Happy Death Day no deja de ser un “mash up” cinéfilo, un monstruo de Frankenstein compuesto por órganos de películas que nos sabemos de memoria pero, eso sí, ejecutada con gracia y auto-consciencia. Suficiente para que podamos comer palomitas y reírnos a la vez.
HOW TO TALK WITH GIRLS AT PARTIES
John Cameron Mitchell, conocido por los cinéfilos del underground por títulos como Hedwig and the Angry Inch o Shortbus, adapta un relato de Neil Gaiman en una de las producciones con más personalidad del festival.
Divertida, original, surrealista, tierna y con estilazo. De su argumento mejor conocer sólo la premisa y estar dispuesto a la sorpresa continua. Por resumir, podríamos decir que es la versión punkie-moñas de Under the Skin.
CANIBA
Tremendo “bluf”. Los directores de Leviatán se atreven a hacer una entrevista documental al caníbal más conocido de los últimos años (el japonés Sagawa) y le sacan el mismo partido que Pablo Motos entrevistando a un premio Nobel.
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La mayor decepción de este proyecto es fantasear con lo que podría haber sido porque, a pesar de su capacidad por transmitir texturas desagradables, la propuesta formal (todos son primerísimos planos de Sagawa, la mayoría desenfocados) acaba por saturar y por convertirse en la experiencia fílmica más frustrante de todo el festival. En definitiva, un proyecto pretencioso y vacío que despierta rabia por reconocer en él un aborto artístico en toda regla.
Para acabar, me gustaría comentar que todo el mundo está flipando con Brigsby Bear. Algunos incluso hablan de que es la mejor película de esta edición. Yo decidí ir a Caniba. Flageladme.
¡Os leo en los comentarios!